Catedral de Santa Maria de Sevilla


"Hagamos una Iglesia que los que la vieren labrada nos tengan por locos"; así tradujo el pueblo lo que habían decidido en sus reuniones los canónigos de Sevilla en 1401. Estaban dando a luz, sin saberlo del todo, esta maravilla que hoy contemplamos y cuya historia resulta sorprendente.

Soñaban, por qué no, que un día fuera la mejor cátedra del Arzobispo de Sevilla y futuro Patriarca de la Indias; que en ella se celebrara el más esplendoroso culto litúrgico de la Metrópoli hispalense; que asombrara a sus visitantes al caminar bajo sus bóvedas góticas, al descubrir su multiforme iconografía, (pintura, escultura, orfebrería, tejidos, libros corales, vidrieras),llenando las más diversas capillas góticas y renacentistas, para llegar después a encontrarse, en el remanso del Patio de los Naranjos, con las joyas bibliográficas y documentales que se custodian en el Archivo y Bibliotecas, pórtico de un singular sancta sanctorum: la Biblioteca Colombina.
Piedra a piedra ven crecer esa impresionante "montaña hueca", bajo la severa mirada de la Giralda, señora de Sevilla.
El cabildo Metropolitano ha sido su fiel custodio, durante siete siglos de rica historia y lo quiere seguir siendo con una atención y organización, cada día, mas moderna y esmerada.
Para ello, mantiene la Liturgia diaria y rompe moldes en la celebración de las grandes festividades del Corpus y de la Inmaculada (baile de seises, procesión por la ciudad, repique de sus 24 campanas), atiende permanentemente la devoción a la Virgen de los Reyes, y realiza amplia pastoral sacramental, como primera iglesia de la Diócesis de Sevilla.
Pero hay más. Esta maravilla tiene que ser compartida por todos, creyentes o no. Y, para ello, programa ciclos de conferencias, conciertos de órgano en Adviento y Cuaresma, exposiciones permanentes y, sobre todo, cuida con toda clase de atenciones la visita cultural a todas sus dependencias.
Bienvenido.


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