Alepo recupera su color
ASIA NEWS in https://soscristianosensiria.wordpress.com/
(SOS).- Restituir una nueva vida a la ciudad que durante mucho tiempo fue el epicentro del conflicto sirio; poner sobre las espaldas la destrucción, los enfrentamientos entre facciones y extremismos opuestos, que han dividido a la ciudad en dos; hacer resurgir del polvo y los escombros una renovada idea de belleza, de limpieza, de orden, porque la paz también pasa a través de la puesta a punto de las calles, las viviendas, las tiendas y de pequeñas actividades. Con este espíritu, la comunidad católica latina, en colaboración con la gobernación de la segunda ciudad más importante de Siria, otrora capital económica y comercial del país, ha puesto en marcha el proyecto “Alepo más bella”.
El programa arrancó hace unos días, con una solemne ceremonia presidida por el Padre Ibrahim Alsabagh, un franciscano de 44 años, guardián y párroco de la parroquia latina de Alepo, en la zona ubicada frente a la iglesia. En la celebración también participaron representantes gubernamentales, fieles musulmanes, en una ceremonia con un fuerte carácter interreligioso.
El primer gesto llevado a cabo por quienes participaron en la iniciativa (autoridades y simples ciudadanos), dijo el sacerdote a AsiaNews, fue “pintar los bordes de las aceras”. “Y fueron las autoridades mismas –añadió el religioso– quienes dieron la primera pincelada” a calles y avenidas que todavía muestran signos muy evidentes del conflicto.
Hacer “Alepo más bella”, como subraya el eslogan de la iniciativa, indicaron los promotores, es una “preocupación” y un “desafío” que “une” a cristianos y musulmanes por igual; porque, como han subrayado en reiteradas oportunidades los líderes islámico-cristianos de la ciudad, las religiones no son lo que alimentan la guerra, y la fe es fuente de paz, de renacimiento, de convivencia armoniosa.
Según los miembros de la parroquia, este proyecto “nos convierte en una sola nación, una sola familia, sin importar cuál sea nuestra religión o nuestras convicciones”. “Además –explicó el padre Ibrahim– enseguida nos dimos cuenta de que esta iniciativa es una buena oportunidad para recuperar y renovar ese maravilloso mosaico que es nuestra sociedad”.
“Luchamos con amor por nuestra ciudad martirizada –prosiguió–, con el deseo de promover la reconciliación” en una realidad que aún sigue “herida y lacerada”. Y es todavía más importante hacerlo hoy, para que “el bien se contagie” y así pueda ser transmitido y difundido.
De aquí surge la invitación, que partió de la comunidad católica local, y que con el tiempo se ha extendido a todas las iglesias, a los scouts cristianos, a los movimientos eclesiales y, finalmente, a todos los habitantes de la ciudad, cristianos o musulmanes, sin distinciones de fe. “La parroquia latina –apuntó el Padre Ibrahim– también se ha ocupado de los costos del proyecto y ha adquirido todo el equipamiento y herramientas necesarios”.
Relatando cómo fueron los primeros días de la iniciativa, el sacerdote refirió que “todos los jóvenes de nuestra parroquia”, junto a “hombres y mujeres de buena voluntad, sumando un total de 200 personas, armados con pinceles, cubos y pintura” fueron a “recuperar la ciudad… para hacerla más bella”. El proyecto también continuará en los próximos días, siguiendo una directiva bien precisa: los voluntarios se subdividirán en equipos, cada uno de ellos estará compuesto por 10 personas y un jefe de grupo. El territorio afectado por los trabajos de reacondicionamiento y limpieza se dividirá en sectores, y a cada equipo le serán asignadas algunas avenidas y calles.
Al mismo tiempo, la parroquia ha puesto en funcionamiento un “campamento de verano” para los niños, bajo el lema “Con Jesús, daré color a mi vida”. Cientos de niños (cerca de 860, según las últimas estimaciones) de 4 a 15 años de edad, se han adherido a la propuesta, con un número que se ha triplicado en los últimos años. Durante dos meses, los chicos podrán practicar numerosas actividades, desde danza hasta deporte, música y actividades artísticas. A través de estas “pequeñas acciones” y de estos “pequeños gestos”, concluyó el Padre Ibrahim, podremos “reconstruir juntos nuestra ciudad y nuestra sociedad”, aprovechando el “gran potencial” que lleva dentro la Iglesia y la comunidad católica de la ciudad. Y es “nuestro deber y nuestra misión compartir este gran potencial” y contribuir al bienestar de todos nuestros hermanos y hermanas que viven con nosotros en nuestro país, en nuestra ciudad y en nuestra sociedad”.
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